El ciberacoso y sus consecuencias.
TRAS LA PANTALLA
El ciberbullying es un término que se utiliza para denominar cuando un niño o un adolescente es amenazado, acosado, avergonzado o también abusado por otro niño o adolescente, a través de internet o cualquier otro medio de comunicación y dispositivo electrónico.
No es algo que ocurra una sola vez, puede ser recurrente y causado por una persona o un grupo más amplio de personas. También se presenta de distintas formas, como insultos o la discriminación sobre las características físicas de la víctima, su forma de vestir, los gustos que tenga, además de hacer pública información o compartir fotografías que avergüenzan a la víctima, posible robo de identidad y suplantación, hasta amenazas de daño físico y otros daños que pueden ser clasificados como actos de odio y delincuencia.
Algunas formas en las que se da el ciberbullying son:
- Acoso por mensajería instantánea.
- Robo de contraseñas.
- Publicaciones ofensivas en redes sociales como Facebook, Instagram, Telegram, etc.
- Encuestas de popularidad para humillar o amedrentar.
- Suplantación de identidad y publicación de bulos.
Existen consejos para hacer un uso responsable de las redes sociales, como por ejemplo:
- No publicar mucha información personal ni familiar.
- Mantener en secreto las contraseñas.
- No agregar ni aceptar como amigo a un desconocido.
- Tener cuidado con los nuevos amigos.
- Reflexionar antes de usar, difundir o compartir datos, fotos o vídeos de otra persona.
- Comentar con los padres y/o algún adulto de confianza si se tendrá un encuentro con alguien que se conoció por internet.
Es muy importante y significativo el daño emocional que producen estas conductas en las víctimas. El sufrimiento emocional de dicha víctima puede ser mucho más elevada que el acoso a través de otros medios, se debe a que la información expuesta es pública y está disponible durante las 24h del día y de forma permanente, siendo muy difícil eliminar el contenido o, prácticamente, imposible.
Hay claras consecuencias, estas son las más representativas:
- Sentimientos de ansiedad.
- Depresión.
- Ideación suicida.
- Estrés.
- Miedo.
- Baja autoestima.
- Sentimientos de ira y frustración.
- Sentimientos de indefensión.
- Nerviosismo.
- Irritabilidad.
- Somatizaciones.
- Trastornos del sueño.
- Dificultad para concentrarse.
- Afectación al rendimiento escolar.
- Dificultad para empatizar.
- Posibilidad de que se produzca una desconexión moral.
- Problemas por su comportamiento agresivo.
- Dificultad para acatar las normas.
- Conductas delictivas.
- Ingesta de alcohol y drogas.
- Dependencia de las nuevas tecnologías.
- Absentismo escolar.
- Exclusión: este consiste en no dejar participar a la víctima en un espacio tecnológico determinado, como un chat de whatsapp, una cuenta en un red social, los llamados "trends", etc. Con el objetivo de excluir a dicha víctima.
- Hostigamiento: enviar de forma constante mensajes ofensivos a una sola persona, siendo uno o varios los acosadores. Se puede dar en las redes sociales, e-mail, en el teléfono móvil, etc.
- Insultos: consiste en un intercambio de insultos por ambas partes implicadas, tanto del lado de los hostigadores como el de la víctima. Tiene lugar a partir de las nuevas tecnologías y sus redes sociales, conectadas a Internet.
- Denigración: la publicación o el acto de compartir información despectiva, la cual es en su mayoría o toda falsa, de una persona (la persona acosada), difundida vía las nuevas tecnologías e internet. Un ejemplo es: alterar una imagen de una adolescente para que parezca que esta embarazada o haciendo cualquier acto que se podría considerar despectivo o motivo de burla.
- Suplantación: el acosador consigue el acceso a los perfiles sociales de la víctima mediante sus contraseñas y en ellos se hace pasar por la persona, mandando comentarios ofensivos o negativos, como si hubiera sido la víctima con el objetivo de, como en el resto de ocasiones, dejarla con un mal status y atacarla.
- Desvelamiento y sonsacamiento: difundir información confidencial de la victima para, por ejemplo, hacerle chantaje.
- Ciberpersecución: enviar mensajes amenazantes de forma reiterada a la víctima.
- Paliza feliz: tras una agresión física que ha sido grabada, se publica y comparte en las redes para que pueda verse por multitud de personas y la víctima sea motivo de burla y, por lo tanto, humillada.
A continuación veremos un pequeño corto cuya finalidad es que reflexionemos ante el ciberbullying y sus evidentes estragos, normalmente causados por niños y adolescentes y sufridos también por ellos mismos. ¡Déjenme saber qué piensan tras visualizar este pequeño corto!
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